salmo 139 para tontos
Y mi oración regresó a mi propio seno. La oración nunca se pierde; si no bendice a aquellos por quienes hemos intercedido, por lo menos bendice a los intercesores. Las nubes no siempre dejan caer la profusión sobre el mismo zona de donde asciende el vapor, sino que riegan otro zona; y, incluso Campeóní, las súplicas de unidad u otro lugar pr